Con la aparición de las redes sociales el mercado de las endorfinas creció a niveles históricos. Y es que no hay nada mejor para sentirse bien que los me gustas que uno recibe. Un Me gusta quiere decir que estás de acuerdo con lo que dice otra persona. Sin embargo, muchos influencers se comunican únicamente para conseguir aceptación rápida sin condiciones de cualquier cosa que escriban buscando me gustas fáciles de conseguir pues tienen un público entregado.
Qué son las endorfinas
Las endorfinas son sustancias producidas por nuestro cerebro, con una estructura muy similar a la de los opiáceos como la morfina o el apio que actúan como potentes analgésicos y estimulan los centros de placer creando situaciones que contribuyen a eliminar el malestar.
Las endorfinas, por tanto, son un neuropéptido opioide endógeno y hormonas peptídicas que se producen y se almacenan en la glándula pituitaria. Las endorfinas a menudo se denominan hormonas del bienestar porque puede actuar como analgésico y mejoran el estado de ánimo y aliviar el dolor. Las endorfinas constan de varios tipos como son α-endorfina (véase Fig. 1), β-endorfina y γ-endorfina y toda su clase se une a los mismos receptores que son los receptores opioides µ en los que inhiben la señal de dolor. Además, la endorfina también puede hacer que una persona se sienta bien al mostrar la sensación de euforia.
Por tanto, en el fondo lo que cuento a continuación las personas que lo hacen es básicamente para sintetizar sustancias como la alpha-endorfina.
Pasaba por aquí para que pulsaras Me gusta
En las redes sociales existe lo que yo llamo los “easy likes”. Se trata de personas con cierta repercusión que suben un tweet o crean un mensaje en una red social para conseguir me gustas fácilmente. Pondré un ejemplo que puede verse en la Fig. 1.
La persona que crea ese tweet juega en casa. El tweet lo más probable es que lo vean sus seguidores. Si sigues a una persona es por una razón, y se entiende que tienes afinidad por lo que esa persona piensa y escribe. Por tanto, es muy probable que pulses Me gusta en ese Tweet, porque tu quieres decirle al creador o creadora “lo he leído y me gusta”. No queremos ser indiferentes. Además, en el tweet de ejemplo dice cosas de perogrullo y las preguntas buscan la aceptación sin condiciones de quien lo lee.
Cuando la persona que escribió ese tweet tuvo el proceso mental para hacerlo obviamente pensó en que iba a conseguir Me gustas fáciles y nada más darle al botón de TWITTEAR, se dejó estar unos segundos para ver que efectivamente empezaban a aparecer como setas los Me gusta y el baile de las endorfinas comenzó en su cabeza.
Los sorteos para ganar engagement
Otra forma de “easy likes” son la mayor parte de los sorteos de las redes sociales. Hay muchas reglas no escritas de las redes sociales y una de ellas es que la interacción crea más visibilidad. Es decir, si creas un tweet en Twitter o un post en Facebook y solicitas que te den Me gusta o te compartan o te retuiteen estás creando compromiso (engagement) en la comunidad y eso hace que, para los algoritmos de las redes sociales, que les encanta que tu “enganches” a más personas, visibilizan más ese contenido.
No hay nada que le guste más al algoritmo de una red social que gastes más tiempo en esa misma red social. Ese tiempo significa más visionado de anuncios y a más anuncios más dinero. En esta fórmula siempre ganan las redes sociales pero el creador del contenido también recibe algo a cambio.
Un ejemplo puede verse en la Fig 2 que pide nada menos que… pulses me gusta y lo retuitees, además tienes que seguir a la persona y, por último, te pide que menciones a dos “colegas”, creando una especie de pirámide para conseguir más compromiso.
No sigo ninguna ley porque las redes sociales es el salvaje Oeste
Lo mejor de estos sorteos es que son similares a los sorteos de autocaravanas de los que hablé hace algún tiempo. Conviene decir que para organizar un sorteo tienes que:
- Redactar las bases legales del sorteo. Hay que hablar de la LSSI que dice “ En los supuestos de ofertas promocionales, como las que incluyen descuentos, premios y regalos, y de concursos o juegos promocionales, previa la correspondiente autorización, se deberá asegurar, además del cumplimiento de los requisitos establecidos en el apartado anterior y en las normas de ordenación del comercio, que queden claramente identificados como tales y que las condiciones de acceso y, en su caso, de participación sean fácilmente accesibles y se expresen de forma clara e inequívoca ” (Art. 20.2 de la LSSI )
- Tener un notario que de fe del resultado. Este punto no es necesario, pero por temas de transparencia debería de haberlo.
- Tienes que calcular los impuestos que vas a pagar por tu sorteo puesto que cuando lo realices y elijas un ganador al azar, la ley establece un impuesto sobre combinaciones aleatorias.
- Además, tienes que dejar claro que vas a hacer con los datos personales que recopilas. Porque no hay que olvidar que se recopilan datos de las personas que interaccionan con el deseo de obtener un premio a cambio y, por tanto, se regula por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) .
Ese tweet de ejemplo cuyo autor ha creado un poster para darle publicidad, no tiene nada de lo anterior. El desconocimiento de una ley (o varias) no te exime de su cumplimiento. Básicamente lo que quiere esta gente es aumentar el tráfico, más tráfico, más dinero, y los sorteos y concursos son una forma estupenda de generar tráfico orgánico. Existen ya páginas webs que crean un listado de todas las persona que participan en el concurso y generan un ganador con esos datos.
La “ósmosis social”
La ósmosis en biología es un fenómeno de difusión pasiva que sucede cuando existen dos soluciones en un medio con diferente concentración de solutos que están separadas por una membrana semipermeable. Ocurre un reajuste y parte de los solutos de una solución pasa a la otra para igualar las concentraciones.
La “ósmosis social” ocurre en las redes sociales ocurre cuando la persona a la que sigues sube cualquier cosa. Este fenómeno también ayuda a los “easy likes”. Si quien sigues pone algo porque está alegre, tu te alegras y pulsas Me gusta. Si pone algo porque está enfadado, tu te enfadas con él y pulsas Me gusta. Ocurre una “ósmosis social” y los dos acabáis enfadados.
Un ejemplo de “ósmosis social” es este tweet de la Fig 3. En él el autor quiere que sus seguidores difundan y que hagan ruido precisamente para que se sientan como él e indirectamente generar más engagament por su audiencia. Puede tener razón en lo que dice, de hecho lo que nos ha enseñado en varios tweets podemos afirmar que la tiene, pero quizás no sería necesario escribir tantos tweets hablando del mismo tema y hablar directamente con la productora con la que tiene el problema.