En 1960, Alfred Hitchcock creó una de las mejores secuencias de la historia del cine, la escena de la ducha de Psicosis. Cientos de estudiantes de cine la han estudiado, docenas de libros han escrito sobre ella). Ya han pasado 60 años y se han ido desvelando detalles que Alfred y más actores trataron de no revelar.
Suspense por encima de sorpresa
Hitchcock fue en Psicosis donde su obsesión por “sorprender al espectador” y “crear suspense” alcanzó su cima. En una entrevista Hitchcock explicó la diferencia entre sorpresa y suspense en cine. Sorpresa es… dos hombres hablando de temas banales, sin importancia en una cafetería y de repente… ¡explota una bomba!. Suspense es… dos hombres hablando de temas banales, sin importancia, pero en esta ocasión el director hace ver al espectador que debajo de la mesa hay una bomba. En esta ocasión el espectador está dentro de la escena y está en tensión. Piensa “estos dos tipos hablando de cosas sin importancia, y no se dan cuenta que debajo tienen una bomba”.
La novela en la que se basó la película Psicosis fue retirada de las tiendas. Compradas todas por el propio Hitchcock, que no quería que nadie supiera el final de la película. Todo con el fin de conseguir suspense, y siendo él el mago del suspense por supuesto lo consiguió. En las proyecciones de la película estaba prohibido entrar al cine una vez que hubiera empezado la película. Guardias jurados se ocupaban de evitar esto. “No one will be admitted to the theatre after the start of each performance” mostraba un poster en los cines. Además, se pedía a los espectadores que no revelaran el final de la película. En el mismo rodaje también se pidió a los actores y actrices que no dijeran nada de nada.
La escena de la ducha
La escena de la ducha de Psicosis se puede definir en dos palabras: Violines y Violencia. Desde el momento en que se estrenó ese sonido de violines casi chillando se han identificado con violencia o terror. Del mismo modo una persona sentada en una silla sosteniendo un gato se asocia con gangsters (El Padrino). O un hombre jugando al ajedrez contra sí mismo se asocia con cine negro (Casablanca) . Además la película se rodó en blanco y negro por dos motivos principales. El primero, evitar la censura. Era obvio que la sangre roja tiñendo la bañera en la escena no hubiera pasado la censura. Segundo, salía más económico hacerla así.
La escena de la ducha es totalmente sorprendente y deja al espectador en estado de shock. Comprende alrededor de 70 planos, cada uno de una duración de 2 o 3 segundos. Se ha convertido en uno de los momentos más famosos del cine de terror. Mezclando los planos cortantes rápidos y la música de Bernard Herrmann, Hitchcock creó una brillante ilusión de sangre, violencia y desnudez. Y es que Psicosis quizás fue la primera película en la historia en la que se mataba a la protagonista.
La protagonista que muere
Durante los primeros 50 minutos de proyección Hitchcock, hábilmente orienta al espectador para que se haga amigo de la protagonista. Sentimos lo que ella siente, vemos el mundo a través de ella. Y de repente… esa protagonista con la que todos nos identificamos es acuchillada en la ducha. Y no es que sólo sea ella la que muere, sino que muchos sentimos como si nos acuchillaran también, porque era lo último que podíamos esperar.
La escena finaliza con Leigh agonizando en el piso del baño y la cámara se acerca a su rostro. Hay un detalle que se le escapó a Alfred Hitchcock en esta escena en concreto. Los ojos de Janet no están dilatados, cuando lo normal es que una persona muerta sus músculos se dilaten. Que haya forenses que se hayan fijado en ese detalle no deja de ser una anécdota.
El secreto
La mayor ilusión fue dar una muy clara sugestión que fue Janet Leigh la que era acuchillada hasta morir. A su vez asesinada por Anthony Perkins como un maníaco vestido de mujer. Leigh, en su primera entrevista después del lanzamiento del filme, compartió el terror que sintió con el público. “Creía que el cuchillo venía hacia mi. Era tan real, tan horripilante. ¡Yo podía sentirlo!”. En posteriores entrevistas, Hitchcock y Leigh categóricamente dijeron que el cuerpo de la escena de la ducha era ella. Realmente no era así. El cuerpo pertenecía a una modelo llamada Marli Renfro. Cuando no puedes ver la cara de Leigh en los planos, lo que estás viendo es la doble. Ella recibió 500$ de la época por esta escena y su nombre no aparece en los títulos de crédito.
Una striper nacida en Dallas que trabajaba en las Vegas, Renfro fue una de las primeras conejitas de Playboy. Además de Psicosis, ella solo apareció en otra película, una comedia del oeste de soft-porn dirigida por Francis Ford Coppola llamada Tonight for Sure. Luego ella desapareció, hasta que un informe de 2001 decía que un electricista de 34 años había sido sentenciado por haberla violado y estrangulado, un crimen que había ocurrido en 1988 pero que había estado sin resolver durante décadas.
Buscando la verdad
El escritor estadounidense Robert Graysmith – autor de Zodiac, un clásico de los años 70 sobre un asesino en serie en San Francisco – estaba fascinado con esto. Se había interesado por la historia de Renfro y había siempre pensado en escribir sobre ella. Y ahora resulta que parecía que había muerto en un asesinato que era tan horrible como el que le había ocurrido en Psicosis y que la había convertido en famosa.
El informe original de 2001 por parte de Associated Press decía que Kenneth Dean Hunt, el electricista, había sido convicto por “el asesinato de dos mujeres, incluyendo una actriz que había sido doble de cuerpo de Janet Leigh en la película Psicosis (Psycho)”. La actriz era llamada Myra Davis; otro informe más adelante explicaba que ese era el verdadero nombre de Renfro, en la vida real. Graysmith se sumergió más profundo en la historia, porque habían cosas que no encajaban. En Diciembre de 2007, tuvo una entrevista con la nieta de Myra Davis en la cual ella expresaba su confusión sobre la “ducha conexión”. “Mi abuela nunca salió desnuda en ningún trabajo”, decía.
El descubrimiento
Graysmith hizo dos descubrimientos. Primero, que Renfro y Davis eran dos personas distintas: y segundo, que Renfro todavía estaba viva. La confusión había partido debido a que mientras Renfro era el doble de cuerpo de Leigh, Davis era su doble de pie, usada para comprobar la iluminación en el rodaje. En su nuevo libro, The Girl in Alfred Hitchcock’s Shower, Graysmith sugiere que Kenneth Dean Hunt era una persona obsesionada con Psicosis (Psycho) y que quería matar a la doble de cuerpo de Leigh pero asesinó a otra persona por error. “Todo el mundo las confudía, incluso un asesino”.
Además descubrió que Marli todavía estaba viva. Parece ser que ella había estado muy ocupada pescando en Utah, de excursionismo por Alaska, nadando con delfines en Florida y viviendo la vida plenamente, sin tener ni idea que para otras personas estaba muerta. Renfro, que ahora vive en el desierto de Mojave, California, solo supo de su supuesto asesino cuando se lo contó el propio autor del libro.
Este artículo es en parte traducción libre de este otro y el libro puede consultarse en amazon, The Girl In Hitchock’s Shower.