Uno de los hechos más destacables de las aves es su extravagancia. La excentricidad se utiliza para designar el comportamiento extraño o inusual de un individuo. Siempre llama la atención la vistosidad y las actividades de algunos aves. Están llenas de colores, con vistosas plumas, con cantos llamativos, etc.. Normalmente los humanos prestamos una especial atención a lo raro o extravagante que se cruza en nuestro campo visual. Si estamos en un campo de fútbol y vemos enfrente nuestra un graderío con 20.000 personas vestidas de blanco y 1 vestida de fucsia, es probable que nuestros ojos inevitablemente se fije en esa persona “rara”.
Plumas como cuernos
Una de las especies de aves más extravagantes es “El ave del paraiso del Rey de Sajonia” (Pteridophora alberti). Es un ave de grueso pico, fuertes patas y con un tamaño aproximado de unos 22 cm de longitud. Existen varias especies de aves del paraiso.
¿Que es lo que tiene de raro esta especie? Su extravagancia es que tiene a modo de cuernos un par de plumas cefálicas que le nacen un poco por encima de sus ojos. Estas plumas llegan a medir… 50 cm. de largo, el doble del tamaño del cuerpo del ave. Otro hecho destacable es que no tiene esos atributos en la cola sino en la cabeza. Durante el cortejo, los machos adultos utilizan como reclamo para las hembras precisamente esos atributos de 50 cm. de largo. El soporte de cada una de esas plumas es parecido a un alambre, está decorado en uno de los lados por pequeños lóbulos de color azul celeste en una parte y anaranjado en la otra, recordando a las banderitas que se ponen en las fiestas de muchos pueblos.
Durante el cortejo nupcial, el ave mantiene esas dos largas plumas cefálicas en alto, que ondean arriba y abajo siguiendo frenéticos brincos que da sobre la rama en la que está situado para impresionar a la hembra. Al mismo tiempo que brinca, eriza sus plumas del dorso y emite un ruidoso siseo. Luego… cuando aumenta la excitación y el ave ve que la hembra está receptiva orienta sus plumas hacia la hembra y emite un suave reclamo. Las plumas cefálicas las mudan una vez al año. Se trata de una especie en peligro de extinción.
Como cortejar a una hembra bailando
Las aves del paraíso algunos viven en Papua Nueva guinea y tienen una extraña transformacion y baile para cortejar a la hembra. Hay más de tres docenas de especies en la familia Paradisaeidae, más comúnmente conocidas como las aves del paraíso. El baile del ave del paraiso es majestuoso y sus increibles movimientos para atraer a la hembra son muy atrevidos.
En una de esas especies el macho forma una especie de abanico negro que deja una especie de dos faros luminosos de color azul en el centro. La mayor extravagancia imaginable, convertirte en algo diferente, un ser nuevo muy tenebroso y atrayente. La hembra que tiene delante a un pichón cualquiera… de repente se transforma en un ser sobrenatural.
La extravagancia del ave jardinero
Aqui entra en juego otra ave extravagante… el tilonorrinco o pergolero (Archboldia papuensis), que está relacionada con la anterior. ¿Que es lo que hace a este ave rara? Pues que… construye jardines, es un ave jardinero. Buscan una zona del bosque donde exista un lugar adecuado y comienza a decorar esa parcela con cosas que encuentra en sus vuelos para atraer a la hembra. Cuanto más raro o extrafalario sea el objeto mejor, más atraerá a la hembra.
Añaden a este jardín estelas de orquídeas que reemplazan cada día por otras más frescas, demostrando de este modo su desmesurado afán por que su jardín sea el “más mejor bonito” de la comarca, además de el más “actualizado”. En este museo de lo frikie en que se convierte ese jardín no puede faltar las plumás del ave del paraiso del Rey de Sajonia. Resulta extraordinario como el tilonorrinco puede encontrar esas plumas, que como dijimos se mudan una vez al año, teniendo en cuenta el escaso número de aves del paraiso del rey de Sajonia que existe hoy en día.
El pájaro lira
Y por último… me gustaría hablar del Pájaro Lira (Menura novaehollandiae). El pájaro lira es un ave extraordinaria, no solo por su plumaje sino tambien por su comportamiento. El macho posee una voz cuya caracteristica es que imita prácticamente todos los sonidos que escucha de su entorno, incluso si esos sonidos son cámaras de fotos, motosierras, una alarma, etc..
Dimorfismo sexual que provoca extravagancia
Parece ser que en el reino de las aves la extravagancia está reservada a los machos, puesto que en la mayoría de los casos existe dimorfimos sexual (el macho no se parece a la hembra en aspecto), siendo el macho siempre el más llamativo (con excepciones). Aqui no vale el arquetipo humano de “hombre guapo” “mujer guapa”, etc.. Aqui lo que vale es que tu jardín esté lleno de cosas, lo más raras posibles, lo más frikie posible, o que tus plumas de 50 cm se mueven de manera más varonil mientras te posas a una pierna en una rama enfrente de una hembra de tu especie, o que puedes reproducir cualquier sonido que escuches. Si consigues que la hembra te haga caso tras tu elaborado cortejo habrá merecido la pena. Tu genes pasarán a la siguiente generación que es lo que buscas.