sí, si estás leyendo este artículo es probable que sea porque has llegado a través de una red social. Lo más probable es que no me conozcas, o hayas llegado a través de un buscador o apareció este artículo en alguna de tus redes sociales por mera casualidad.
Hoy en día vivimos en el mundo del copiar y pegar. Todos tenemos una forma de ver el mundo y adaptamos esa forma de ver el mundo a nuestros gustos. Si te gusta un tipo de música es esa la que escuchas. Si te gustan los gatos verás videos de gatos. Tus redes sociales son un espejo de ti, y tratarás que en tus redes salga lo que tu valoras en la vida.
Redes sociales que te enredan
Existe un amplio abanico de redes sociales. Facebook te permite de manera pública o privada escribir notas que incluyen enlaces, fotos, videos, etc. En cambio Twitter tiene un límite de 280 caracteres y proporciona más flexibilidad para configurar páginas de usuario detalladas.
Cada vez más, las plataformas de redes sociales se están convirtiendo en herramientas para el desarrollo profesional, y las conexiones informales en línea pueden ayudar a publicitar, buscar y cubrir puestos laborales. El más destacado es LinkedIn, un sitio diseñado específicamente para las relaciones profesionales, que incluye la creación de redes y la publicidad de oportunidades profesionales. Academia.edu e ResearchGate se dirigen a audiencias específicas, ya que tienen como objetivo fomentar las interacciones académicas y de investigadores mediante la construcción de redes de contacto y facilitando la comunicación entre los usuarios.
Crear y posteriormente ver compulsivamente si alguien leyó tu creación
Solemos varias veces al día comprobar nuestras redes sociales. La mayoría tenemos múltiples redes sociales y continuamente las estamos viendo, ya sea en el trabajo, en casa, en un descanso, etc… Queremos estar conectados y saber qué pasa con nuestros amigos, en el mundo, que noticias son de actualidad, etc.
Es muy habitual que creemos un texto escrito que nos parece interesante compartir y luego estamos todo el día comprobando si alguien ha comentado o ha pulsado me gusta o las visualizaciones del mismo. Este proceso lo hemos automatizado, del mismo modo que hace unos años fumabas un pitillo tras otro, ahora hemos cambiado el pitillo por abrir el móvil y ver qué ocurre cientos de veces al día.
Estar al día, cada día, de lo que tienes alrededor
Hace unos años conocías a una persona y luego la veías 1-2 veces al año, cuando coincidía que tu ibas a su pueblo o viceversa. Hoy en día sabemos prácticamente lo que hace otra persona que en muchas ocasiones ni siquiera es amigo/a en la vida real. Esto supone una pérdida enorme de tiempo porque vas viendo lo que hacen personas que años atrás apenas te relacionabas con ella.
Ahora únicamente tienes que entrar en Facebook y si otra persona ha publicado algo de lo que ha hecho lo ves y en algunas ocasiones interaccionas. Antes si tu amigo Pepe había ido a hacer una ruta de senderismo esa información jamás llegaba a tí. Hoy en día si tu amigo Pepe va a hacer una ruta de senderismo y comparte una foto, tu ves esa foto, sabes lo que ha hecho, sabes donde es, y en muchas ocaiones le dejas un comentario o le das un me gusta. Todo el proceso de ver, observar, escribir, pulsar, etc., consume tu tiempo que antes lo empleabas para otras tareas, probablemente igual de improductivas.
Además necesitas saber qué ocurre a tu alrededor. Y ese alrededor antes era lo que ocurría en tu pueblo o en una ciudad cercana. Sin embargo, ahora ese alrededor lo hemos ampliado y se ha expandido a todo el planeta tierra. Nos llegan noticias que hay un ardilla que se perdió en una autopista de Nueva Zelanda o que un gato apareció en una rotonda de un polígono industrial y te preocupas. En el fondo el mundo actual es una fuente inagotable de preocupaciones que antes no lo eran porque no llegaban a ti.
Tu yo digital es muy interesante en las redes sociales o eso crees
Una derivada del uso de las redes sociales es que estás mostrando al mundo, todo el mundo, algo sobre ti que has escogido cuidadosamente. Si por ejemplo compartes una foto de una paradisíaca playa es probable que reciba me gusta o felicitaciones de miles de personas, las cuales no conoces. Sin embargo, si subes una foto de un vertedero recibirás muy pocas interacciones o prácticamente ninguna.
De alguna manera hemos censurado lo que puede hacer pensar a otras personas que somos aburridos/as. Deliberadamente elegimos lo que sabemos que funciona. Cuando se creó la pizza los creadores sabían lo que iba a funcionar. Años despues una tarde a alguien se le ocurrió añadir piña, y a algun iluminado/a le pareció que podía resultar. No, no resultó, ¿o sí?.
El cine, que hemos estado viendo toda nuestra vida, nos ha preparado para esto. Una película muestra en 90-120 minutos lo que ocurre en la vida de sus protagonistas. Pero la parte que sirve para contar una historia. El día a día de una persona el 90% del tiempo es monótono y repetitivo y no interesa mostrarlo en una película. El director de cine escoge precisamente ese 10% interesante y lo muestra en pantalla. De igual modo, cuando compartes una fotografía en una red social estás mostrando ese 10% interesante de tu vida, dejando el resto oculto para el mundo.
En una película de superhéroes nos muestran las peleas, los disparos, explosiones, etc., sobresaturan nuestros sentidos, pero nunca nos van a mostrar las 8 horas que duermen cada día, qué deliciosa comida han comido, o las veces que van al baño, salvo si en el baño hay escondidos unos malos que les empiezan a disparar. Hace unos años Andy Warhol hizo una película mostrando a un compañero suyo durmiendo, https://en.wikipedia.org/wiki/Sleep_(1964_film). ¿Alguno de vosotros/as ha subido alguna vez a una red social una foto suya durmiendo?. Se omiten, por tanto, las partes de nuestra vida que no son interesantes.
Lo único que tenemos es tiempo
Hace unos años decidí desactivar mi cuenta de Facebook. Fue una decisión muy acertada porque estaba finalizando un trabajo fin de máster y quería centrarme en él. Tiempo después como tenía una lista de canciones en Spotify y la cuenta estaba ligada a Facebook volví a reactivarla. Hoy en día sigo usándola pero tengo todas las notificaciones desactivadas y me conectó máximo una vez al día.
Suele ser muy habitual que las redes sociales de algún modo hagan honor a su nombre y crean redes para atraparte. En mi caso fue la cuenta de Spotify. De alguna manera intentan que tu yo digital forme múltiples conexiones y que sean unas conexiones sólidas. Es como las ramificaciones de nuestras neuronas. Tienes un recuerdo que te une a algo y que te gusta revivirlo. Cuantas más ramificaciones tengas de ese recuerdo más probable es que lo tengas presente.
Solo tenemos tiempo. No es buena idea malgastarlo. Hace unos años no teníamos tantas distracciones a nuestro alcance. Ayer te levantabas encendías el ordenador y hacias cosas que no requerían mucho esfuerzo. Hoy te levantas por la mañana, ves la app del tiempo, ves twitter, ves Facebook, ves las noticias, ves las tendencias, ves videos en Youtube, ves streamers en Twitch y así todo el día.
Todo lo que necesita un millennial es ser viral
Muchas veces escribes algo y de repente se vuelve viral. Alegre, observas como en tu teléfono te llegan notificaciones sin parar. Dos cosas pasan: tu ego sube a niveles estratosféricos y la batería del móvil se termina en unas horas. A veces me molesto en saber la cronología de un tweet viral. Muchas veces me entristece porque la persona que ha escrito ese tweet lo ha copiado de otra persona. Y lo peor es que no hace ninguna relación al autor original.
Siempre, siempre, cita al autor. Él es el que tuvo la idea, tu única idea fue compartirlo. Pasan ellos por autores cuando no son más que unos portavoces en voz alta de un mensaje que no crearon. A mi no me entra en la cabeza usar algo sin citar de donde viene. Quizás sea por mi formación científica. Cada uno tiene que tener el reconocimiento que se merece.
Los millenials suelen tener tendencia a la viralidad. A lo mejor es porque son de una generación en la cual nunca se les privó de nada. Sus padres les consintieron todo. Por tanto, como todos han tenido los mismos caprichos, necesitan reafirmarse y decir al mundo “eh, que estoy aquí”. Necesitan que les presten atención. Sus padres se la prestaron de pequeños/as. No hay mayor “prestación de atención” que miles de desconocidos pulsen en me gusta o retuiteen o compartan algo que has hecho.
En cierto modo, todos tenemos esa forma de ver el mundo de los millenials aunque no lo seamos por cronología. Quizás sea porque todos tenemos las mismas armas: estar en una red social, tener un móvil, etc.. Desde la comodidad del año en el que vivimos hacemos lo que hacen los demás.
Cómo darte de baja en las redes sociales
Si tu intención es darte de baja en alguna de las redes sociales comparto contigo enlaces de cómo hacerlo:
- Como darte de baja en Facebook.
- Darte de baja en Twitter.
- Como darte de baja en Instagram.
- Darte de baja en LinkedIn.
Ya que vamos a llegar a un nuevo año, una de tus resoluciones podría ser dejar a un lado estas redes. Es ahora el momento, si no lo haces es probable que no tengas tiempo para hacer lo que realmente es importante en algún momento de tu futuro cercano.