La variante Delta del virus SARS-CoV-2 es bastante preocupante, pero se ha debatido si, per se, conlleva un mayor riesgo de hospitalización más allá de ser una variante más contagiosa que las anteriores. Un nuevo y riguroso estudio muestra una duplicación de la tasa de hospitalización por esta variante. El estudio está realizado por la Universidad de Cambridge y el servicio de salud inglés, Public Health England.
Antecedentes
La variante delta del SARS-CoV-2 (conocida como B.1.617.2) se detectó por primera vez en Inglaterra en marzo de 2021. Desde entonces se ha convertido rápidamente en el linaje predominante debido a su alta transmisibilidad. Se sospecha que la variante delta se asocia con una enfermedad más grave que la variante alfa previamente dominante (B.1.1.7).
Un nuevo estudio (https://doi.org/10.1016/S1473-3099(21)00475-8) trató de caracterizar la gravedad de la variante delta en comparación con la variante alfa determinando el riesgo relativo de los resultados de la asistencia hospitalaria.
Métodos
Para realizar este trabajo se utilizó un estudio de cohorte. Un estudio de cohorte es un tipo de investigación mediante observaciones y análisis en el que se hace una comparación de la frecuencia de aparición de un evento entre dos grupos, uno de los cuales expresa un evento que no está presente en el otro.
Este estudio se realizó entre todos los pacientes con COVID-19 en Inglaterra entre el 29 de marzo y el 23 de mayo de 2021, mediante los pacientes que fueron identificados como infectados con la variante alfa o delta del SARS-CoV-2 a través de la secuenciación del genoma completo. Los datos a nivel individual de estos pacientes se vincularon a conjuntos de datos de atención médica de rutina sobre vacunación, asistencia a atención de emergencia, ingreso hospitalario y mortalidad.
Se comparó el riesgo de ingreso hospitalario y asistencia a la atención de emergencia entre los pacientes con variantes delta y alfa confirmadas por secuenciación para toda la cohorte y por subgrupos de estado de vacunación.
Resultados
En el estudio se obtuvieron los datos a nivel individual de 43.338 pacientes COVID-19 positivos (8.682 con la variante delta, 34.656 con la variante alfa; mediana de edad 31 años [Intervalo inter cuartil de 17 años a 43 años]) se incluyeron en este análisis.
De estos pacientes estudiados 196 (2,3%) pacientes con la variante delta frente a 764 (2,2%) pacientes con la variante alfa fueron ingresados en el hospital dentro de los 14 días posteriores a la toma de la muestra (índice de riesgo ajustado [HR, Hazard Risk] 2,26). Además, 498 (5,7%) pacientes con la variante delta versus 1448 (4,2%) pacientes con la variante alfa fueron ingresados en el hospital o asistieron a atención de emergencia dentro de los 14 días .
La mayoría de los pacientes no estaban vacunados (32.078 [74,0%] en ambos grupos). Los índices de riesgo para los pacientes vacunados con la variante delta versus la variante alfa (HR ajustada para el ingreso hospitalario 1,94 y para el ingreso hospitalario o la atención de emergencia 1,58) fueron similares a los HR de los pacientes no vacunados pero el la precisión para el subgrupo vacunado fue baja. La precisión es la capacidad de un estudio de dar el mismo resultado en mediciones diferentes realizadas en las mismas condiciones o de dar el resultado deseado con exactitud.
Interpretación
Este gran estudio nacional encontró un mayor riesgo de ingreso hospitalario o asistencia a la atención de emergencia para los pacientes con COVID-19 infectados con la variante delta en comparación con la variante alfa. Los resultados sugieren que los brotes de la variante delta en poblaciones que no vacunadas pueden generar una mayor carga de trabajo para la atención hospitalaria que la variante alfa.
La evidencia este estudio en Escocia e Inglaterra sugiere que los pacientes con COVID-19 que están infectados con la variante delta tienen aproximadamente dos veces más riesgo de ingreso hospitalario en comparación con los pacientes con la variante alfa. Este resultado deben tenerse en cuenta para la planificación de recursos y políticas en la atención hospitalaria, particularmente en áreas donde la variante delta está aumentando y es probable que se convierta en la variante circulante dominante del SARS-CoV-2.